El Estudio de Biohabitabilidad, podemos realizarlo en cualquier lugar, aunque preferiblemente si tienes un terreno o solar en el que te gustaría construir tu vivienda.

Antes siquiera de comprar un terreno o una vivienda, lo ideal sería prospectarlo, realizando en él un Estudio de Biohabitabilidad.

Realizar un Estudio de Biohabitabilidad nos ayuda antes de decidir la compra de un inmueble o previo a alquilar una vivienda o local.

Queremos compartir contigo algunas preguntas y respuestas básicas, que esperamos te ayuden a entender qué se trabaja en un Estudio de Biohabitabilidad.

¿Qué es y en qué consiste un Estudio de Biohabitabilidad?…

Es un Estudio que realizamos en un lugar, tomando como referencia aquellos parámetros que son necesarios para que un espacio o una vivenda sea sana para la salud de sus moradores y sana para el entorno.

Podemos hacer éste trabajo de forma minuciosa y detallada o bien de forma Exprés, para poder barajar rápidamente si el lugar interesa prospectarlo o no.

La Geobiología y la Radiestesia forman la base del Estudio de Biohabitabilidad.

Los parámetros que medimos y detectamos “in situ”, proceden de la radiación natural terrestre, detectando las energías terrestres presentes en el lugar, mediante la geobiología y la radiestesia, de ésta forma podemos detectar corrientes de agua subterránea, fallas, además de las redes globales, como la red Hartmann, Curry, etc.

Además nos ayudamos de equipos como el magnetómetro, con el que podemos medir la variación del campo magnético terrestre en el terreno, para confirmar lo que radiestésicamente se ha detectado previamente.

En un solar, prospectamos el terreno completo si se elige la opción minuciosa, clavando estacas y trazando con hilos de colores todo lo detectado a nivel terrestre.

Posteriormente procedemos con la ayuda de un topógrafo, a realizar un levantamiento planimétrico de los puntos marcados, obteniendo un plano como el que puedes ver junto a éste párrafo.

Ejemplo:  En éste solar (foto adjunta), previamente mediante radiestesia “in situ”, trazamos con estacas todas y cada una de las redes globales detectadas (Hartmann y Curry, principalmente), además de agua subterránea.

Con equipos profesionales hicimos las mediciones de C.E.M. (campos eléctricos y magnéticos), ya que sobre todo en alta Frecuencia, existía la influencia de una antena de telefonía móvil que emitía directamente hacia la zona del solar.

La medición de C.E.M. (Campos Electricos y Magnéticos), parte importante del Estudio de Biohabitabilidad

En lo que se refiere a la radiación artificial procedente de focos de emisión externos que podemos detectar (campos electromagnéticos, eléctricos, etc.), estos pueden ser generados por antenas de telefonía, centros de transformación, líneas de media o alta tensión aéreas y/o enterradas, etc.

Realizamos su medición contamos con equipos profesionales, con los que tomamos los valores obtenidos y complementamos con la información obtenida previamente con la prospección geobiológica y radiestésica.

¿Para qué encargar un Estudio de Biohabitabilidad?…

Podemos encontrar los buenos lugares en el espacio que habitas y así podrás hacer uso de ellos para  beneficiaros tú y tu familia.

Con ésta información podemos saber cuál es el mejor lugar para ubicar en un terreno tu futura casa, o en tu vivienda actual dónde ubicar tu cama, el sofá o la mesa de tu despacho, reconociendo lo que hay en un espacio, podemos tomar consciencia de cómo utilizarlo para que nos aporte salud y bienestar.

Empleando la geobiología, la radiestesia y la medición de C.E.M., podemos detectar los parámetros que hacen de un lugar un espacio sano o no, para la vida.

¿Qué puede aportarme un Estudio de Biohabitabilidad?…

Un Estudio de Biohabitabilidad puede ayudarte a decidir si compras o no un terreno, una casa,  o para en tu vivienda saber en qué lugar poder colocar las camas para descansar mejor.

Es importante conocer las energías que nos rodean y que pueden influir en nuestro bienestar día tras día, sobre todo en las zonas de descanso de nuestra casa (cama, sofá).

La exposición constante de nuestro organismo en el caso de una persona que sea electrosensible, puede provocarle a medio o largo plazo el desarrollo de algún tipo de enfermedad.

Alguno de los síntomas que podemos notar cuando estamos expuestos a algún tipo de radiación terrestre o artificial, es sentirnos fatigados de forma constante, despertar más cansados de lo que nos acostamos, tener dolores de cabeza sin causa aparente.., los síntomas varían de unas personas a otras, de hecho cada ser humano es único y su forma de expresarlo físicamente también.

Recordando las palabras de un amigo y compañero de profesión Pere Leon, “la cama es nuestro taller de reparaciones”, por ello es importante tenerlo en cuenta, a la hora de ubicar nuestra cama teniendo en cuenta las energías del lugar que habitamos.

Nuestra casa debería de ser un lugar en el que recargarámos nuestra energía, día tras día, por ello es importante ubicar las camas, el sofá, el despacho, en zonas neutras, que no estén expuestas a radiación terrestre y artificial nociva para nuestra salud.

Lo que nos encanta de nuestro trabajo, es que siempre podemos detectar el buen lugar, en cualquier espacio.

Lorena Romero de “Sana Tu Espacio”

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